miércoles, octubre 20

Antología de objetos que pueden hablar #1

Tazas - Su tema de conversación suele ser la productividad del capitalismo.


Manzanas - Rara vez conversan; su dieta macrobiótia las hace egoístas.


Lápices - Emocionalmente inestables. Hablan sobre sus amores frustrados con los lapiceros.


Lapiceros- Frustrados objetos que desean un sacapuntas que los destruya. Son bipolares.


Monedas - Son edonistas dedicadas. En momentos de ebriedad confiesan haber amado alguna vez.


Tenedores - Difícil de complacer sólo conversan si el culo del emisor es bello -según sus parámetros-


Cucharas - Son suicidas telepáticas.


Refrigeradores - Gran madrota. Dependiente de su contenido, en constante demanda de atención. Se enojan con facilidad. Enemigo mortal de la lavadora.


Lavadora - Junkie; tratar con cuidado. Suele ser duro para ellas separar la realidad de la fantasía.


Secadora - Alcóholica y fumadora compulsiva que sólo sabe hablar de "qué marca es mejor y por qué".


Automóvil - Machista, que al igual que el tenedor, es difícil de complacer. Tema de conversación preferido: Tetas y rara vez culos dependiendo la nacionalidad. EXCEPCIONES: el Beetle sólo sabe de penes.


Bolsas de té - Rara vez quieren hablar pero su tema preferido es la antigua gloria de la U.R.S.S.


Microondas - Sólo platican de política.


Gorras - Conversan sobre bronceado; y en las noches, rara vez, sobre el antro. Las gorras de camionero platican sobre bebidas con Bacardí.


Cadenas de transmisión - Neonazis que desean la muerte de todas la razas inferiores.

viernes, octubre 15

Helena

“Soy estúpida” recé:
Sé que Dios entendería
“Grito y me quejo. Mas sabe
fresca la dicha de Paris”

Yo, dormecida memoria.
Tú, perfume excesivo.
Yo, amante escogida.
Tú, novísimo recuerdo.

El animal que habita
detrás de ese cristal
se parecía a mí:
“Sí Helena, veinte días,
veinte noches, veinte años
en sus brazos derramada
estarás”. Los fuegos fatuos
en el río inmortal
serán su final halago.

Ahora soy indolora
Presencia en el espacio.
−Una gotera dorada−
Pero fuiste tú, Enone:
Capaz de acompañarlo.

Eres colores y tiempo.
Sé que Dios entendería.
Pensé que tú entenderías.
Me lamenté. Soy estúpida.